Al referirse a la audiencia el Dr. Diego García expresó que “Este arbitraje no es más que un intento de Chevron Texaco de evadir el cumplimiento de la sentencia judicial dentro del juicio de Lago Agrio que los condena por la contaminación que su operación causó en el Oriente ecuatoriano.” El Procurador recordó que este arbitraje nunca debió iniciarse, considerando que Texaco dejó de invertir en el país cinco años antes de que entrara en vigencia el TBI, lo que hace incompetente al Tribunal para resolver la controversia bajo un tratado de protección de inversiones.
Añadió que la compañía ha sido incapaz de probar sus aseveraciones, no así el Ecuador que ha demostrado que el reclamo de Chevrón-Texaco es prematuro porque no se agotaron los recursos previstos en la legislación ecuatoriana frente a la sentencia dictada dentro del juicio de Lago Agrio. Además, la conducta fraudulenta de la petrolera durante el mencionado juicio se ha revelado al haber hecho pre-inspecciones para tomar muestras solo en aquellos lugares que le eran convenientes. Además, el procurador García resaltó que dentro del arbitraje, a través de una auditoría ambiental, Ecuador ha probado la existencia de contaminación como fruto de la operación de Texaco, objeto del juicio de Lago Agrio.
Antecedentes Las compañías Chevron-Texaco iniciaron el arbitraje en contra del Estado ecuatoriano del 23 de septiembre de 2009, en base al Tratado Bilateral de Protección de Inversiones suscrito entre Ecuador y EUA. Dentro del arbitraje se han dictado tres laudos interinos sobre medidas provisionales: uno sobre admisibilidad y jurisdicción, y dos parciales sobre responsabilidad.